Diario de viaje: de paso por Norcasia y Samaná, Caldas



 
Por: Sofía Acevedo, Colaboradora Familia Comepasto.


Les cuento que de unos días para acá he estado muy nostálgica, no poder ver a mis amigas, ni mercar tranquila ni ir a mi librería preferida me tiene como triste, pero sin duda lo que más me ha hecho falta es poder estar en contacto con la naturaleza. Hoy les quiero contar de un viaje que hice a principio de este año y me hizo inmensamente feliz, se los recomiendo para cuando todo esto pase, no cuesta mucho y es diferente a los planes que solemos hacer.


Fue de Manizales al Nororiente de Caldas, con destino final Norcasia y Samaná. Estos municipios tienen mucha diversidad de fauna y flora, y son un paseadero perfecto tanto si se quiere aventurear como si se está buscando un plan para estar relajado y disfrutar de la naturaleza.
 
En el camino me detuve en Honda, Tolima, y es la primera recomendación que les tengo, es un típico pueblo pequeño de tierra caliente, con unas calles hermosas llenas de flores de mil colores y una arquitectura colonial que hace sentir que el tiempo no pasa allí. Además de pasear por las calles fui a la galería, es algo que me gusta hacer cuando viajo, se pueden encontrar las cosechas más frescas de la zona y además siempre se da la oportunidad de conversar con las personas que allí trabajan, teniendo la oportunidad de comprender y conocer la zona que de otra forma no sería posible. Ah, y si viajan a esta zona, no se pierdan por nada del mundo probar mangostinos, son un fruto único.


Después de conocer un poco la zona seguí directamente hasta Norcasia, contraté un paquete y la verdad eso me hizo mucho más fácil todo, hay zonas a las que es difícil acceder y además el itinerario cubre muchos sitios a los que vale la pena ir.

La primera visita obligada es al mirador donde se puede divisar el Río la Miel, es una vista majestuosa, donde se puede apreciar la inmensidad del río y las montañas que este serpentea. En la zona hay varios puestos donde se puede tomar o comer algo, lo recomendable es ir en horas de la tarde para ver el atardecer.




Como les decía, puede ser un plan para quienes disfrutan de deportes extremos. El paquete que contraté incluía un trayecto de casi 10 km en body rafting por el río La Miel, todo el recorrido lo acompaña una lancha y se hace con chalecos salvavidas. Durante este se hacen algunas pausas para conocer algunos sitios con árboles nativos hermosos. El cauce del río es caudaloso y rápido, pero no tanto como para no poder disfrutar las vistas, en algunas partes es necesario nadar para no desviarse pero no se necesita de mucha habilidad para lograrlo.




Otro parche imperdible es conocer el embalse Amaní, generalmente se va en lancha y en el recorrido se puede apreciar la diversidad de la región, aunque el embalse generó algunos problemas ecológicos también llevó nuevas especies de fauna, algunos peces atraen una gran cantidad de turistas.

Lo último que hice y les recomiendo fue un recorrido por la zona que incluyó la visita al río Manso y tambíen visitas a varias cascadas. Hay varios sitios donde se puedes hacer saltos y hacer avistamiento de aves.




La última estación del viaje fue al municipio de Samaná, Caldas, allí me hospedé en un hotel que queda a pocos metros de la laguna de San Diego. Creo que esta fue mi parte favorita, es un sitio perfecto para descansar y renovarse. A un extremo de la laguna está el morro San Diego, se eleva 450 metros sobre la laguna y se puede planear un caminata para subirlo. Aquí se pueden ver aves, armadillos, perezosos, patos y otros animales, se pueden rentar balsas o ir a una orilla donde hay una fuente de aguas termales.




Ver el atardecer desde el lago ha sido uno de los momentos más bellos que he vivido, la plenitud del lago y la energía del sitio son incomparables. Espero que este viaje te haya llamado la atención y si te atreves a hacerlo en un futuro, ¡no olvides contarnos! Gracias por leernos.


Agregar leyenda








Comentarios

Entradas populares