5 consejos para terminar tu relación con el plástico


Cada año en el mes de julio se reactiva el movimiento Julio sin plástico. Esta iniciativa tuvo su origen en 2011 cuando Rebecca Prince-Ruiz visitó una planta de reciclaje y vio el gran problema del manejo de los residuos, y es que muchas de nosotras pensamos que reciclando adecuadamente estamos dejando de lado todo tipo de inconvenientes, pero eso está muy lejos de ser cierto. El proceso de clasificación, transporte y procesamiento de la basura es muy complejo y no tan efectivo como se querría. Aunque claro, no es que debamos dejar de hacerlo, reciclar es lo mínimo que debemos hacer, solo que esta no es la solución definitiva, los desechos no se esfuman cuando los tiramos en un contenedor, lo que sí funciona es modificar nuestros hábitos de consumo.



Julio sin plástico promueve el reto de vivir durante un mes desechando y consumiendo la menor cantidad de plástico que nos sea posible. Y aunque son ampliamente conocidos tips como no usar pitillos de plástico y llevar siempre bolsas reutilizables, nuestro poder de acción no termina ahí, el plástico está en todas partes, hasta en los chicles que consumimos. La mitad del plástico que utilizamos son artículos de un solo uso, que suelen tener una vida útil de 12 a 15 minutos y que tardar 150 años en degradarse; cada año se generan 500 millones de toneladas de plástico y 8 millones terminan en mares, si seguimos al ritmo que vamos para 2050 podrían haber más residuos de plástico que peces en el océano.

Yo sé que toda esta información puede abrumar, cuando empecé a instruirme al respecto no sabía por dónde empezar y sentía que mis esfuerzos habían sido e iban a ser siempre en vano, pero esto no es cierto, las pequeñas acciones cuentan y con tu ejemplo puedes inspirar a muchas personas a cambiar sus hábitos.

Quiero darte, desde la experiencia que he tenido, unos consejitos que te pueden servir si estás interesada en contribuir a la causa.

1- Compra alimentos a granel. Puedes ir a la plaza de mercado de tu ciudad o buscar otros establecimientos (que cada vez son más comunes). No solo no estarás utilizando plástico, también ahorrarás dinero y podrás comprar justo las cantidades que necesitas evitando desperdiciar alimentos.




2- Reutiliza envases de vidrio. Aunque es preferible usar envases de vidrio que de plástico, no hace mucha diferencia que los deseches después del primer uso. Puedes destinarlos para cuando vayas a comprar a granel, para almacenar alimentos, hacer tus propias conservas y mermeladas, formular tus propios productos cosméticos, hasta puedes usarlos para decorar, como floreros o portalápices.

3- Evita el uso de sartenes antiadherentes con teflón. El teflón se descompone en partículas de plástico muy pequeñas, de menos de 5 milímetros, que terminan contaminando nuestros océanos y demás vías fluviales cada que lo lavamos.

4- Anímate a hacer más cosas por tu cuenta. Hay infinidad de productos que podemos fabricar en casa y que nos pueden ahorrar dinero y también residuos; cocinar más, comprar menos congelados, hacer tus propios postres, tus limpieadores, tener tu propio huerto… solo hace falta una corta googleada para enterarte de la inmensidad de posibilidades.

5- Fíjate en que los productos cosméticos que usas no contengan ingredientes plásticos como la silicona y el petróleo. Cada vez hay más alternativas amigables con el ambiente y con nuestro cuerpo, encontrarlos no requiere mucho esfuerzo.

Esta iniciativa ha impulsado a muchas personas a hacer cambios en su cotidianidad, es un reto difícil pero que vale 100% la pena, espero que estos consejitos los puedas usar el resto de este julio y en agosto y en el resto de tu vida. No hay nada que no podamos lograr si nos unimos.

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