6 formas de usar las cáscaras de limón en tu hogar
El limón es, tal vez, la fruta más común en el hogar. El limonero crece entre los 0 y los 2.200 msnm, entonces lo puedes ver prácticamente en cualquier rincón habitado del mundo y se usa para producir bebidas refrescantes, bebidas alcohólicas, conservantes naturales y perfumes.
Pero no te confundas con su popularidad, no es una planta fácil de cultivar porque sus hojas y flores tienen un olor delicioso y atractivo para las hormigas y otros bichitos que son felices podando los arbustos cítricos. Los seres humanos somos una especie de gran ingenio, pero a veces se queda corto. La solución de la industria a los insectos en plantas son los insecticidas, sustancias venenosas que los matan y “controlan el problema”. La naturaleza es un poco más inteligente: muchas plantas desarrollan, a lo largo de su evolución, olores que desagradan y espantan aquellos insectos que las perjudican.
En el campo y los hogares citadinos colombianos es muy conocido el Lorsban y el Dursban, insecticidas cuyo ingrediente activo es el clorpirifós y que trae grandes riesgos para la salud cuando lo inhalas o cuando hay contacto con la piel. Cuando pasas por los viveros a preguntar por insecticidas, te van a vender un pequeño frasco con un líquido blanco que tiene un olor fuerte y penetrante. He aquí el “lorban” (así lo conocen los campesinos), un compuesto que se usa incluso en tratamientos antipulgas y garrapatas en perros y viviendas.
Según la ATSDR (Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades), un sólo día de exposición a este compuesto provoca mareos, fatiga, náuseas, molestias intestinales y cambios en el ritmo cardíaco. A mediano plazo produce debilidad muscular, cambios en la conducta, en los hábitos de sueño y otras alteraciones del sistema nervioso central y el sistema inmunológico. La ingestión oral del Lorsban, así sea accidental, puede causar desmayos y la muerte. Incluso la empresa pionera en comercializar estos productos tomó la decisión voluntaria de interrumpir el uso de clorpirifós en espacios cerrados y en animales de compañía en Estados Unidos.
Sí, los limones son comunes, pero normalmente no son orgánicos. Casi la mitad de los limones y otros cítricos que se comercializan en Europa están contaminados con clorpirifós y lastimosamente no hay cifras claras para Latinoamérica. Por eso siempre es mejor buscar pequeños productores de cítricos que se preocupen por su salud y el medio ambiente y si tienes un pequeño espacio en tu jardín, ¡no dudes en plantar limoneros! Ten en cuenta que este arbusto puede crecer hasta los 4 o 5 metros de alto, aunque se desarrolla muy bien en matero, donde es normal que floren y saquen frutos.
Ya sabes que con el zumo de limón puedes hacer limonadas y otras preparaciones culinarias, ¿pero qué diablos hacer con los residuos de las cáscaras? ¡pues déjame decirte que son súper útiles!. A continuación te comparto todos los usos que puedes darle a las cáscaras de limón (y del cítrico que tengas) en casa:
- Prepara una infusión: La infusión de las cáscaras de limón mantiene activo el sistema inmunológico, estimula la producción de glóbulos blancos y ayuda a prevenir la anemia por su alto contenido de vitamina C. El limón es un fruto que revitaliza el cuerpo tras una enfermedad o simplemente cuando te sientes débil y sin energía. También es un excelente fruto para mantenernos jóvenes gracias a su efecto antioxidante, muy aprovechado para conservar alimentos procesados y cosméticos. Los antiguos árabes y europeos lo usaban para prevenir epidemias. Hierve las cáscaras de limón por 2 minutos y deja reposar hasta que esté tibia. Deja la olla cerrada para conservar los aceites esenciales del limón. Algunos de ellos son el limoneno, citronelal, citral, cumarinal, bergamotina y limetina. El limón es aliado del jengibre, el ajo, el eucalipto, el aloe vera, el hinojo, el árbol del té y la lavanda, así que no dudes mezclarlo según las plantas que tengas a la mano.
- Limpia tus uñas: frota tus uñas con las cáscaras de limón durante 5 minutos si están sucias o tienen hongos. Este consejo es excelente después de trabajar la tierra, por ejemplo. Después recuerda lavar tus manos con jabón si vas a exponerte al sol.
- Trata picaduras de insectos: calienta una cáscara de limón y, con mucho cuidado, pásala sobre las picaduras. Hazlo de noche. Este consejo se lo aprendí a mi abuela y es efectivo incluso en picaduras infectadas y lastimadas. No sólo las cura sino que evita que te vuelvan a picar.
- Brilla el metal: frota las cáscaras de limón sobre superficies oxidadas o con cal. Brilla y retira con un trapo seco. Aplica este truco con tu máquina de afeitar metálica y vas a ver que queda como nueva.
- Repele insectos en armarios: agarra las cáscaras usadas del limón y quítales el resto de la pulpa. Córtalas en trozos pequeños y llévalas al horno a 130 grados centígrados hasta que queden deshidratadas. Vigila constantemente para que no se quemen. El tiempo en el horno varía según el tamaño y la potencia de tu horno.
- Haz tu propio limpiador casero: este limpiador quitagrasa libre de tóxicos y residuos es uno de nuestros mayores hits de Instagram. Nos han escrito mucho para contarnos sobre sus maravillas en cualquier superficie: cocina, baños, pisos, ropa, paredes... Toma nota y cuéntanos cómo te va con él 📝
Ingredientes:
• 500 ml de vinagre blanco
• Cáscaras usadas de 5 limones
• 20 gotas de aceite esencial de árbol del té (opcional)
• 3 cucharadas de jabón rayado (opcional)
Procedimiento:
• Vierte el vinagre en un envase de vidrio y agrega las cáscaras de limón asegurándote de que queden sumergidas por completo.
• Añade el aceite esencial. Este paso es opcional y ayuda a potenciar los efectos antibacterianos del quitagrasa.
• Déjalo reposar a la sombra durante 1 semana agitando con energía todos los días.
• Pasado este tiempo sólo debes filtrar el contenido en un colador de tela. Vierte el líquido en un galón reutilizado de otro producto de aseo y agrega 3 cucharadas de jabón rayado si quieres que tu limpiador haga espuma.
Modo de uso:
• Aplica una cantidad generosa del quitagrasa sobre la estufa, paredes, mesón y lavaplatos. Puedes añadir un poco de agua si es necesario.
• Déjalo actuar unos segundos.
• Frota la superficie con una esponja de luffa o un cepillo de dientes viejo.
• Retira con un trapo limpio y seco.
Esta receta es muy sencilla sin duda alguna, su olor es inigualable y la salud de todos en tu hogar van a agradecer espacios limpios de esta forma.
Ahora tienes 6 formas de reutilizar un desecho muy común en la cocina y es posible que se me escapen unos cuantos más. Por ahora, ¡ponte manos a la obra! ahorra dinero y cuida tu salud. Piensa en la cantidad de productos que tendrías que comprar cuando podemos darle un segundo uso a nuestros residuos.
Estos usos vienen de mi propia experiencia y de los libros Los secretos de las plantas de la Fundación Secretos para Contar y el Diccionario de plantas medicinales de Jordi Cebrián.
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