9 errores comunes en la rutina facial (y cómo corregirlos)


¡Hola! Hace un tiempo dedicamos una publicación exclusiva en nuestro Instagram a analizar 5 errores muy comunes que cometemos en nuestra rutina facial. Y es que en el mundo del cuidado de la piel es normal encontrar mitos, errores e imprecisiones que se difunden con mucha rapidez. Hoy quisimos recoger esos 5 errores nuevamente para ampliar la información y, de ñapa, dejar otros 4. Tu piel lo agradecerá. Una correcta rutina facial no sirve sólo para tener limpia la piel. De ella depende, también, que esté correctamente hidratada, tonificada y protegida. 





1. Usar todos los productos directamente en el rostro:

La próxima vez que vayas a enjabonar tu rostro, primero mójalo muy bien y diluye el producto en la mano. Si usas jabón líquido, aplícalo en una de tus manos y frótalas con fuerza. Si usas jabón en barra, como nosotros, humedécelo primero entre tus manos limpias y frótalo también. La fricción va a hacer que se produzca espuma y esta es la que debe ir al rostro.

Haz lo mismo con los productos que aplicas en el cabello si sufres de caspa, puntas resecas o sucias. Llevar cualquier shampoo o acondicionador directamente a la cabeza sólo logra resecar más las hebras y el cuero cabelludo, porque su pH tiende a ser muy alcalino. Nuestra Barra de Shampoo, en cambio, es muy suave, de pH neutro y, cuando usas sólo la espuma que produce para lavar todo el cabello, vas a notar lo manejable y suave que queda.

Y no sólo con los productos limpiadores: también es muy importante activar todas nuestras cremas y sueros frotando el producto con las yemas de los dedos para después distribuirlo por todo el rostro, cabello o cuerpo. “¿Y por qué no lo puedo usar la hidratante directamente en la piel?” te estarás preguntando. La razón es muy sencilla: porque la temperatura de tu cuerpo es distinta a la temperatura del producto y, para que éste sea bien recibido, tienen que estar a tu temperatura. La absorción es mucho más rápida y el producto queda homogéneamente distribuido.


2. Pensar que tienes el mismo tipo de piel en todo el rostro:

Otro mito muy común es considerar la piel del rostro inmutable y homogénea. ¡No hay nada más falso! Recuerda que las células cutáneas se renuevan cada 28 días aproximadamente y tod@s, en mayor o menor medida, tenemos zonas del rostro más resecas y otras más grasas. Por tal razón, es muy importante que apliques los productos de acuerdo a las necesidades que tenga cada zona de tu rostro. Evita productos muy abrasivos en las zonas más sensibles de tu rostro y usa aquellos que controlen la producción de grasa o eviten el acné en las zonas donde lo necesites. Así no vas a notar unas zonas sumamente grasas junto a otras zonas resecas y todo el rostro recibirá amor por igual.


3. Saltarse la crema, tónico o sérum hidratante:

Otra cuestión imperdonable para tu piel es NO hidratarla o humectarla después de la limpieza. La piel está recubierta por una emulsión natural protectora llamada manto hidrolipídico, que está conformada por sebo y sudor y sirve para protegernos contra las bacterias y la pérdida de agua. Al retirar esta capa con agentes limpiadores, la piel se pone más sensible y es necesario compensar esta pérdida de agua y ácidos grasos con una emulsión similar, que sería tu crema, tónico o suero de uso diario. Si tienes la piel con tendencia a ser muy grasa o con ancé, te recomendamos nuestro último bebé: el Sérum Nutritivo de Ácido Hialurónico. Al respecto, puedes leer unapublicación completa que escribimos aquí. Es excelente para controlar la producción de grasa, rellenar poros y cicatrices y mantener la piel hidratada durante todo el día sin sentir sensación grasosa.


4. No limpiar el rostro en las noches:

No importa si usas maquillaje o no, lavar la piel de noche es esencial para estimular el intercambio de nutrientes entre la dermis y la epidermis. Así, además, vas a evitar la aparición de arrugas tempranas y acné. La calle es demasiado sucia para que tu piel logre soportar impoluta el desaseo. La piel tiene que respirar para oxigenarse y no sufrir de obstrucciones.


5. Usar cualquier producto con el rostro (y manos) sucias:

Aplicar productos con el rostro sucio es contraproducente para la piel, así sea una crema, tónico o maquillaje. Sin el rostro limpio, no hay oxigenación cutánea y es más fácil que aparezcan puntos negros y comedones. Además, usar nuestros productos cosméticos con las manos sucias es un gran desperdicio: dentro de él se empezarán a reproducir todas esas bacterias, perderá con facilidad sus principios activos y puede producir brotes porque esas mismas bacterias después se alojarán donde coloques la crema. Cuando llegues a tu casa, lava 2 veces tus manos antes de proceder a limpiar el rostro y mantén tus productos en un ambiente fresco y seco.

6. No usar el protector solar adecuado:

A pesar de que en todas partes nos recalcan la importancia de usar protector solar, en ninguna parte nos enseñan a elegir el más adecuado para nosotros. Elige siempre protectores solares hechos con filtros físicos (esta información la encuentras en la etiqueta) porque son mucho más seguros y protectores que los filtros químicos (que se encargan de alterar nuestra producción de melanina y, gracias a su uso, la piel se nota mucho más manchada). Además, usa un protector solar ligero y aplícalo por secciones haciendo un masaje circular.


7. Exfoliar la piel varias veces a la semana:

El exceso de exfoliación es tan perjudicial para la piel como no hacerlo. Es cierto que cuando exfoliamos estamos eliminando células muertas y suciedad pero, al mismo tiempo, en el proceso terminamos perdiendo partes de la piel que deben quedarse en su sitio. Cuando hay un exceso de exfoliación, se rompe la barrera de la piel y comenzamos a perder nutrientes y agua con mucha facilidad. Así, la piel se vuelve sumamente sensible, roja y más propensa a brotarse porque intenta compensar esta pérdida produciendo más grasa. También es bueno que suspendas el uso diario de cepillos limpiadores (como los de la famosísima Foreo) y optes por realizar la exfoliación 1 vez a la semana si tienes la piel grasa y 1 vez cada 2 semanas si tienes piel seca.


8. No cambiar las fundas de la almohada o usar toallas sucias para secarnos el rostro:

Las fundas de almohada y toallas limpiadoras deben cambiarse, en promedio, cada 3 días. Pero no basta con esperar a que la lavadora haga todo el proceso de desinfección. Es mejor lavar estos implementos a mano, con agua caliente y vinagre. Así nos aseguramos de que toda la suciedad, hongos, ácaros y bacterias desaparezcan por completo. Las fundas, especialmente, por estar tanto tiempo en contacto con el rostro, se saturan de sudor y grasa cutánea. En estas circunstancias la piel no se puede oxigenar correctamente y, por eso, aparecen granitos y espinillas de la noche anterior.

9. Mejora tu alimentación:

Sabemos que lo decimos todo el tiempo, pero alimentarnos con productos de origen animal sólo pueden empeorar la apariencia de la piel. Gracias a la carga hormonal, de antibióticos, sales y colesterol que aportan estos "alimentos" nos volvemos mucho más sensibles frente a los daños de los radicales libres. Los productos de origen animal, por sí mismos, son altamente cancerígenos (al igual que los radicales libres cuando actúan sobre las células) y nos hacen más propensos a sufrir de brotes de acné porque son muy inflamatorios. Incorpora, por el contrario, alimentos ricos en antioxidantes que frenen los efectos de los radicales libres: más frutas y verduras de todos los colores, el té, café, trigo y demás harinas integrales. Si no tienes idea de cómo empezar a alimentarte de más plantas, puedes llevar unos recetarios veganos muy prácticos y completos que tenemos disponibles en www.familiacomepasto.com

Estos 9 consejos no tienen nada que ver con usar x o y producto. Tiene que ver con la forma en que nos relacionamos con la piel de nuestro rostro en el día a día. Corregir un hábito es mucho más sencillo, práctico y económico que gastar todo nuestro dinero en "productos mágicos" sin detenernos a pensar, como mínimo,en nuestro estilo de vida. Esperamos que estos consejos te sirvan, los apliques, veas sus resultados y los compartas con quien lo pueda necesitar.

Gracias, como siempre, por leernos. ¡Chao!

Comentarios

Entradas populares