Mascarilla súper-fácil para eliminar las marcas del acné
¡Hola! 😀
Si nos sigues en
Instagram, tal vez te diste cuenta que estos días hemos conversado
sobre el acné y cómo prevenirlo. Hace poco hicimos un sondeo en
nuestras historias acerca las dudas más frecuentes que tienen sobre
el tema. Inesperadamente, la pregunta más repetida fue: “¿cómo
puedo eliminar las manchas, huecos, cicatrices y secuelas que dejan
los granitos tras irse?” 😔, así que de inmediato nos pusimos manos a
la obra para unir nuestra capacidad para crear muchas mascarillas
con ingredientes caseros con la sabiduría botánica, para traerte
una receta de mascarilla ultra-mega-fácil de preparar (sin exagerar,
ok?) y que, además, se puede almacenar hasta 3 semanas en la nevera.
Antes de seguir,
tenemos que contarte que en la entrada anterior de nuestro blog
analizamos 9 errores súper comunes, pero poco evidentes, quecomentemos en nuestra rutina facial diaria, por qué pueden agravar
el estado de la piel y cómo podemos corregirlos. Si aún no has
pasado a leer la entrada, te invitamos a que corras a hacerlo para
que puedas tener una idea más amplia de cómo cuidar correctamente
la piel con tendencia a los granitos, las espinillas y los
poros grandes.
Recuerda que la mejor fórmula para tener un cutis limpio es prevenir
la aparición de “imperfecciones” antes que reaccionar
desesperad@s a eliminar un brote
indeseado.
Ahora sí, a lo que
vinimos: como te contábamos, esta mascarilla es muy fácil de
preparar, la puedes guardar en la nevera y lo mejor es que la puedes
usar hasta 5 veces a la semana porque es muy hidratante y con
potentes efectos antioxidantes. Intentamos reunir en un mismo
menjurje los ingredientes caseros más efectivos para eliminar
cicatrices, pero que sean especiales para pieles desobedientes (JAJA)
y que tiendan a brotarse.
Para prepararla,
sólo vas a necesitar:
- 2 cucharadas de harina de avena y/o arroz. → Nota: si en casa no tienes ninguna de las dos, agarra las hojuelas de avena y/o los granos de arroz y ponlos en el procedador/licuadora. Tritúralos hasta hacerlos polvo y ya los puedes usar para mascarillas.
- 1 cucharada de aceite de ajonjolí → Nota: es un aceite rico en omega 3 y es muy bueno para pieles grasas porque es un “aceite seco”. Puedes optar también por usar caléndula o jojoba, pero son más costosos, se enrancian con facilidad y si no los manipulas correctamente puedes dañar la mascarilla.
- 1 cucharada de cristal de aloe vera → Nota: es probable que en tu casa tengas una penca o que tu abuelita te la pueda regalar. Antes de usar el cristal, debes dejar la penca sumergida por el lado del corte en un vaso con agua durante 24 horas para que drene la aloína, esa baba amarilla característica de la sábila que es muy irritante y te puede hacer picar el rostro o dejártelo rojo. Pasado este tiempo cortas la penca abriéndola por toda la mitad del cristal y lo extraes raspando con una cuchara. Si tienes dudas sobre cómo hacerlo, ve a ver nuestro Instagram TV, donde tenemos un video con la receta de una crema cicatrizante y, al comienzo del tutorial, extraemos el cristal de sábila.
- 1 cucharada de cacao puro triturado → Nota: puede ser chocolate de mesa o el cacao orgánico de tu preferencia. Nosotros AMAMOS el de Analoe y LaColecta.
- 2 cucharadas de flores de caléndula → Nota: si las consigues frescas, déjalas secando a la luz (que no les dé mucho el sol directo), antes de usarlas.
- 1 cucharada de pulpa tomate maduro triturado → Nota: entre más maduro esté, mayor es su concentración de licopeno, un potente pigmento vegetal que le confiere el color rojo al tomate y otros alimentos y que tiene un fuerte poder antioxidante y purificador sobre la piel. No uses tomates pasados para que la mascarilla no se dañe con facilidad.
Y opcional:
- 1 cucharada de nuestro Tónico Facial Vegetal → Nota: es excelente para desinfectar, desinflamar, cicatrizar, ayuda a controlar el exceso de grasa y a cerrar poros.
- 3 gotas de aceite esencial de árbol de té o neem → Nota: ambos son sumamente indicados en pieles con acné. Recuerda usar poca cantidad y evitar su uso si tienes la piel muy sensible. Con Woman Alchemy puedes comprar cualquiera de los 2.
Procedimiento:
Empieza con todos
los ingredientes secos, mezcla muy bien el cacao con las harinas y
las flores de caléndula y después añade el tomate y el cristal
de sábila. Revuelve y vierte lentamente la cucharada de Tónico
Facial (opcional) y después el aceite de ajonjolí. Por último,
agrega los aceites esenciales (también opcional) y lleva todo a la licuadora durante
5-10 segundos. Almacena la mezcla en la puerta de la nevera para que
dure más y al mismo tiempo te ayude a desinflamar las cicatrices
recientes.
¿Cómo usarla?:
Lava muy bien el
rostro antes de empezar y aplica la mascarilla evitando la zona de la
ojera, especialmente en los lugares más afectados por las
cicatrices, manchas, marcas o poros abiertos. Déjala entre 10 y 15
minutos y repite hasta 5 veces a la semana. Recuerda que pasadas las
3 semanas la mascarilla comenzará a perder sus propiedades. No la
dejes fuera de la nevera porque el aloe vera es muy sensible a la luz
y tiende a dañarse con facilidad. Mientras la tienes aplicada,
puedes colocar unos pepinos fríos en los ojos si tienes el contorno
muy oscuro. Es muy cliché, pero súper efectivo.
Esperamos que esta
mascarilla te guste, te funcione y la compartas con quien la pueda
necesitar. Siempre decimos lo mismo, pero es en serio. Todqs tenemos
un amigue o familiar que en este momento está sufriendo por la
apariencia de su piel. Compártele esta receta o invítale a que la
hagan juntqs.
¡Hasta la próxima
entrada! 😙😙😙
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