Alternativas naturales contra el estrés

 


El estrés es un problema con el que todos lidiamos en alguna medida. Puede aparecer por situaciones tensionantes que ponen a prueba nuestra psique o de forma inexplicable con frustraciones muy pequeñas, y claro, esto es igual de válido y requiere la misma atención. Muy a menudo el cansancio acumulado, tener muchos pendientes o simplemente haber tenido un mal día nos pueden llevar a colapsar y a tener un episodio de estrés.


Hoy queremos recomendarte 4 soluciones naturales a las que puedes acudir cuando te sientas estresado. Para nosotros es importante rescatar la idea de que podemos hacer cosas por nuestra salud y bienestar sin necesitar dinero y a veces sin siquiera salir de casa. El mejor cuidado es el que te das con constancia: usa estas alternativas en tu rutina, aunque te “sientas bien” y verás que a largo plazo los episodios de estrés empezarán a ser menos comunes o más cortos.

Respiración consciente:

La respiración profunda y consciente, que es la respiración que se usa en el yoga, es una práctica perfecta que nos conecta con nuestra mente, cuerpo y espíritu, y además nos ayuda a anclarnos al presente cuando nuestra cabeza le da vueltas a mil cosas. En situaciones de estrés puede ayudarnos a liberar la energía negativa para que no se quede en nuestro organismo ya que con el tiempo se manifiesta en forma de dolencias físicas.

Se ha descubierto que esta respiración promueve el equilibrio del sistema nervioso autónomo, y puede ayudar a regular las funciones corporales involuntarias. Puede fomentar el control de la ansiedad, depresión y el estrés postraumático.

Existen dos tipos básicos de respiración: La respiración por el pecho y la respiración diafragmática, que es en la que nos vamos a concentrar hoy. La respiración diafragmática puede generar una sensación de relajación que nos ayude a salir de estas situaciones.

Para practicarla ponte en una posición en la que te sientas cómodo, cierra los ojos y pon tu atención en cómo se siente tu cuerpo, especialmente tu respiración. Pon una mano debajo de tu ombligo y la otra en la parte superior de tu pecho, inhala profundamente por la nariz y siente cómo tu abdomen se expande, exhala y despide el aire por la nariz. Fíjate en la diferencia que se siente cuando inhalas que el aire se siente fresco y cómo se siente cálido cuando exhalas.

La idea es que puedas lograr que la mano que tienes en el pecho se mueva lo menos posible comparada con la que tienes en el abdomen. Respira y concéntrate en el movimiento del aire dentro tuyo, continúa así durante la cantidad de ciclos completos que quieras. Confía en que tu cuerpo y mente se relajarán a medida que tu respiración se vuelva más lenta.


Aromaterapia:


La aromaterapia es un conjunto de técnicas de uso de aceites esenciales con fines medicinales. Estos aceites son producto de la destilación de elementos naturales de los que se pueden extraer propiedades curativas. Son una herramienta increíble para aliviar el estrés y estimular emociones positivas.

Puedes usar estos aceites agregando unas cuantas gotas a una tina para darte un baño, puedes dispersar con un atomizador en una habitación, aplicarlo directamente en el cuerpo haciendo un masaje con las yemas de los dedos (recuerda que siempre debes diluirlo), o usarlos en un difusor. Esta última técnica es especialmente recomendada a la hora de dormir.

Nuestros aceites preferidos para tener un rato de relajación son:

Aceite esencial de lavanda: Tiene un efecto relajante inmediato y ayuda a aliviar el dolor. Es uno de los mejores aceites esenciales para conciliar el sueño.

Aceite esencial de romero:
Este es nuestro favorito cuando tenemos mucho trabajo pendiente pero necesitamos enfocarnos por un momento nuestro interior y darle orden a los pensamientos. El aceite esencial de romero calma los nervios y promueve la concentración, mejora la memoria y ayuda a ser más productivos con las labores diarias.


Aceite esencial de rosas: Tiene un fuerte efecto somnífero, mejora la autoestima y eleva el amor propio.

Aceite esencial de manzanilla:
Puede ayudar a personas con hipertensión, es excelente para relajar la mente y, al igual que el aceite esencial de lavanda, es muy bueno para conciliar el sueño.


Infusiones de plantas medicinales


Ciertas plantas pueden tener efectos similares al de los ansiolíticos y los antidepresivos. La infusión de plantas medicinales es una de las mejores formas de obtener estos beneficios. Ya en una entrada pasada del blog te contamos cómo prepararlas. La cantidad diaria recomendada es de 2 o 3 tazas. Las plantas medicinales recomendadas para aliviar el estrés son:


Manzanilla:
Se usa en casos de insomnio, ansiedad y depresión. También facilita la digestión.

Caléndula: Es además un potente antiinflamatorio y una cura para algunas afecciones de la piel.


Valeriana:
Tiene un efecto sedante que relaja el sistema nervioso.

Lavanda: Se ha empleado para curar trastornos del sistema nervioso. Es un gran antiinflamatorio que se emplea para los dolores intestinales.

Rosas: Es una flor rica en antioxidantes y antidepresivos de origen natural. Estos compuestos ayudan a tonificar el organismo, elevan el estado de ánimo y reducen la sensaciones físicas de la ansiedad.

Clitoria Ternatea
. Es usada hace 5.000 años por la Medicina Ayurveda para el tratamiento de dolores intensos. Ayuda a calmar los nervios y a conciliar el sueño, es considerada una planta adaptógena que ayuda a fortalecer el cuerpo ante situaciones de estrés o cambios abruptos.


Higiene mental:

Este, más que un tip para aliviar el estrés, es una manera de prevenirlo. La higiene mental es un conjunto de hábitos que promueven nuestra salud mental, que tienen como objetivo aportar estabilidad emocional, incrementar la calidad de vida y prevenir comportamientos dañinos. Estos hábitos son importantísimos pues una buena salud mental es necesaria para que podamos aprender, razonar, relacionarnos y lidiar con dificultades, ¡para todo!

Estos son unos de los principales tips que dan organizaciones de salud para mantener una buena higiene mental:

  1. Planifica tu día. Siempre dejando espacios de esparcimiento, descanso y desconexión. Ya en una entrada pasada te contamos cómo organizarte con tus labores diarias, ¡no te la pierdas, toca aquí!
  2. Mantén una dieta saludable. Esto no quiere decir una dieta restringida. Los hábitos alimenticios deben ser equilibrados y claro que en ellos caben los antojos.
  3. Mantén tus horarios de sueño estructurados. El sueño es un proceso fisiológico necesario para nuestro metabolismo, nuestra memoria, nuestro sistema nervioso y demás. Intenta dormirte más o menos a la misma hora todos los días y dormir una cantidad de horas suficiente para sentirte descansado.
  4. Haz ejercicio. No es necesario que seas un atleta de alto rendimiento. La falta de actividad física puede reducir considerablemente tu estabilidad emocional. Hacer ejercicio de forma regular ayuda, además de a reforzar nuestra salud, a despejar la mente.
  5. Permítete ser vulnerable. Gestiona tus emociones y aprende a identificarlas, no se trata de evitar o negar los sentimientos negativos, sino de reconocerlos y aprender a regularlos.
  6. Maneja las expectativas y establece objetivos concretos. Es importante que te mantengas motivado, pero siempre bajo expectativas realistas.
  7. Encuentra la forma que mejor te funcione para tolerar la adversidad y la frustración.
  8. Cultiva tu vida social y aprende a pedir ayuda.











Comentarios

Entradas populares